La primera vez que visitamos la finca nos enamoramos de ella, tanto de la casa como de las montañas que la rodean. Supimos que allí es donde queríamos casarnos sin ninguna duda.
Desde el principio todo fueron facilidades, buenas sugerencias y recomendaciones por parte de Jorge. Desde el espectacular catering Innkiper, a la preciosa carpa que decidimos poner por si llovía, sin olvidar el dj.
Mi marido es inglés y vivimos en Londres, pero gracias a la profesionalidad de Jorge, la organización de la boda a distancia fue mucho más fácil de lo que en un principio pensábamos.
La casa en sí es muy cómoda y acogedora y el hecho de que cada habitación tenga su propio baño es ideal (especialmente el día de la boda cuando todos nos teníamos que arreglar), pasamos en ella unos días muy especiales con la familia.
La boda fue perfecta y todos los invitados se quedaron tan enamorados de la finca como nosotros (nada que envidiar al verdor de Inglaterra).
Una vez más, muchas gracias a Jorge y su familia por su ayuda (decoraciones, flores y preciosos detalles que adornaban la finca), consejos y por ser gente tan encantadora.
Volveremos a visitaros en cuanto tengamos la ocasión, esta vez con menos nervios probablemente.
Marta
